Barrios como Núñez o Belgrano, con toda su historia, se van desdibujando frente a la desidia normativa, la vista gorda de los funcionarios, y la especulación inmobiliaria que todo lo fagocita...
Es el progreso PRO dicen los macristas.
Lo cierto es que donde hay una casa que atestigua la identidad de un barrio, aparece la oferta, la demolición y el edificio para la venta a sectores medios, medios altos que comprarán en dólares. Gran negocio. No importa que se destruya el patrimonio, no interesa que se construya en zonas inundables, no le cuentan a los compradores que no hay servicios necesarios ni cañerias para el aumento de la demanda que se produce con la densificación de la zona.
Mientras hay miles de viviendas ociosas que el gobierno de la Ciudad debería poner a disposición de la necesidad imperiosa de vivienda de miles de inquilinos deseperados, la zona norte de la ciudad se sigue densificando, procurando el negocio y no la solución al problema de la vivienda, profundizando la desigualdad entre el sur y el norte de la ciudad.
¿Y la Legislatura? ¿Qué hace?
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