Mauricio Macri sigue haciendo lo contrario de lo que se debe hacer para evitar las inundaciones.
Se ha ido reemplazando el empedrado de las calzadas por asfalto y las cunetas de adoquines por cemento alisado. Esto motiva un aumento de la velocidad de escurrimiento del agua y en consecuencia la onda de caudal llega en menos tiempo a los lugares críticos y en consecuencia aumenta el valor de su pico máximo. Esto se puede observar en que rápidamente las calles rebalsan de agua.
La gestión macrista sigue haciendo caso omiso a las críticas y recomendaciones de vecinos damnificados y técnicos especialistas que advierten sobre los inconvenientes de seguir reemplazando los adoquines de las calles (que sirven para que el agua de lluvia filtre y sea absorvida) con cemento y asfalto que impermeabilizan las calzadas. Así el agua no tiene adónde ir y se inundan calles, veredas, y casas.
Tomemos un ejemplo que sucede hoy en la calle Cuba y Núñez, pero sucede en todo Belgrano y Núñez. Las imágenes son elocuentes...
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