"Quienes desde la lealtad se atreven a pensar y disentir, se diferencian en mucho de aquellos que ocultan con la obsecuencia la traición. Y también aquellos que con el cuento de la verticalidad ocultan tanto el oportunismo para sacar tajada personal como la mediocridad mental del que no se atreve a pensar".

Dardo Cabo

martes, 22 de octubre de 2013

PRODUCCIÓN PÚBLICA DE MEDICAMENTOS





Carlos Oviedo es médico sanitarista. En la última década se desempeñó como director de los hospitales Ramos Mejía, en la ciudad de Buenos Aires, y del Gandulfo, en Lomas de Zamora, y ahora lucha por entrar a la Legislatura porteña desde la boleta corta de Aluvión Ciudadano, una lista que tiene como segundo candidato al arquitecto Rodolfo Livingston.

"Tengo dos hermanos desaparecidos que marcaron mi camino en el accionar político y también en cómo moverme en la vida. Son ejemplos difíciles de poder superar, esa guía te lleva muchas veces a luchar contra los molinos de viento", se presenta. Como su padre, Jacinto Oviedo, Carlos estuvo afiliado al Partido Justicialista, pero su amor por el PJ llegó hasta el día en que Carlos Saúl Menem anunció el indulto a los militares.


El doctor Carlos Oviedo brindó charla y debate 
en Facultad de Medicina, para profesionales y alumnos.
Fue recibido por el vicedecano doctor Sergio Provenzano, 
y se reunió con el Centro de Estudiantes.



Su partida del hospital Ramos Mejía tampoco fue en los mejores términos. "Me fui denunciando los sobreprecios que había en la compra de oxígeno líquido. Mientras que al Ramos, la empresa Praxair se lo vendía a 2,5 pesos el metro cúbico, al Hospital Español que estaba a dos cuadras, le salía 50 centavos. Un 500 por ciento de sobreprecio", explica.

El problema fue tan grande que terminó reunido con Héctor Lombardo, ministro de Salud de Fernando de la Rúa. "Me dijo que ese tema no lo podía tocar, que lo había armado él". Poco tiempo antes había cerrado la cooperadora del hospital, definida por Oviedo como un "quiosco". Su paso por el Gandulfo fue más feliz: "Terminamos armando un laboratorio de producción de medicamentos para pacientes que se atendían en el hospital", se enorgullece. Oviedo asegura que bajó a cero la mortalidad infantil de las patologías que se atendían en el Gandulfo al finalizar su gestión.

–¿Qué panorama traza de la salud en la Ciudad?

–Es calamitoso. La Ciudad cuenta con 9.500 millones de pesos de presupuesto, 33 hospitales, 38 centros de salud, médicos de cabecera. Desde el vamos es el esquema de salud público estatal mejor armado de todo el país; no se explica cómo tiene tan malos indicadores sanitarios. Hay muy mala redistribución de recursos, en la Comuna 8 hay 3 camas cada mil habitantes y en la zona del Hospital Fernández hay 11 camas cada mil habitantes. La Ciudad tiene mucha capacidad instalada, pero muy mala gestión. ¿Cómo puede ser que en el último trienio se mueran diez pibes antes de cumplir el año, y en la zona norte la tasa de mortalidad sea cinco por mil, similar a las tasas de Canadá o Bélgica?

–¿Qué proyectos impulsará desde la Legislatura?

–Volver a impulsar el hospital para Lugano. Queremos reinstalar la discusión de una ley que fue vetada, la de producción pública de medicamentos. Cada hospital de agudos puede producir sus propios medicamentos y entregárselos a los pacientes que no tienen recursos. También queremos ver de qué manera podemos hacer que las comunas tengan un rol porque Macri no les da recursos.

–¿Cómo se para frente al gobierno nacional y el de la Ciudad?

–Creemos que el 25 de mayo de 2003 se inició un proceso muy importante en la Argentina y nos sentimos parte de él. Apoyamos mayoritariamente muchas de las medidas que este gobierno ha tomado, pero hay otras que deberían solucionarse, como la inflación o la inseguridad, que es un tema complejo que no se resuelve bajando la edad de imputabilidad, sino apostando a más educación y desarrollo social. El kirchnerismo se perdió la oportunidad en las PASO de que todos los sectores que apoyaban al proyecto nacional pudiesen disputar y mostrar su diversidad, enriquecerlo desde la singularidad de cada uno.

El macrismo es una pésima gestión, con algunas buenas intenciones como los carriles exclusivos, al no haber un proyecto integral de transporte de pasajeros queda distorsionado.


Tiempo Argentino








“Es hora de volver a pensar en el sistema de salud pública como un servicio, como un derecho básico”, sostuvo el médico sanitarista y candidato a legislador por la Ciudad Carlos Oviedo, al recorrer el Hospital Ramos Mejía, del que fue director general. Propuso mejoras salariales en función de tasas redistributivas del ingreso por obras sociales, tal como él mismo implementó al dirigir el Hospital Gandulfo, de Lomas de Zamora

En su recorrida por el Hospital Ramos Mejía, Oviedo conversó sobre sus propuestas con pacientes y profesionales de la salud. Entre ellas, se destaca la mejora del salario de los trabajadores de hospitales: “Proponemos mejoras en el salario, tal como lo hicimos en el Gandulfo –en Lomas de Zamora–, donde todo lo que entraba por obra social se redistribuía entre todos los trabajadores del hospital”.







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