Saludé esta mañana en el Vaticano al Papa Francisco tras la ceremonia en la que fue entronizado como máxima autoridad de la Iglesia Católica . Estoy feliz y alegre por esta estela de esperanza que se apoderó de la Argentina y que va a contribuir para que todos estemos más unidos. Estoy muy emocionado, como debe estar toda la Argentina. Es algo increíble estar acá en estas calles por las que caminé tantas veces y ver a miles de personas llegadas desde todo el mundo, conmovidas y esperanzadas por el Papa Francisco.
Como la reunión fue corta, no pude decirle cómo esta Buenos Aires. Me dio vergüenza contarle al Papa que cada vez que llueve se inunda media ciudad, que el 2 de abril murieron 8 personas por causa de la inundación, que no tenemos respuestas para los vecinos afectados, no hemos pagado todos los subsidios, no tenemos planes de contingencia, no vamos a hacer las obras necesarias, no hemos dragado las desembocadura de los arroyos, ni siquiera limpiamos regularmente los sumideros, podamos los árboles fuera de temporada cuando hay alerta meteorológico y dejamos todo tirado para que se tapen las bocas de tormenta. Rompemos las calles, aasfaltamos los empedrados para que se haga más impermeable la ciudad. Somos los únicos que pondremos un metrobus arriba de la línea de un subte, que sólo recorre 20 cuadras y que no empieza ni termina en ningún lado, lejos de Constitución y lejos de Retiro, los pasajeros se van a bajar en medio de la 9 de Julio, que fue destruída por las topadoras, con árboles maltratados y hierro y cemento por doquier. No pude contarle a Francisco que íbamos a reprimir a enfermos, médicos y trabajadores del Hospital Borda para poder derribar todo un pabellón. No tuve tiempo para contarle el gran negocio que hice con el grupo Clarín por el cual ellos me dan las netbooks para los chicos de las escuelas, y la conexión inalámbrica por la módica suma de 274 millones de dólares. PRIMA SA, es una empresa del holding controlado por Ernestina Herrera de Noble, Héctor Magnetto, Jose Antonio Aranda, Lucio Rafael Pagliaro y Goldman Sachs, todos amigos y socios en esta Argentina que sonríe. Ellos están felices y no me critican a pesar de todos mis errores, y tapan todas las fallas de mi gestión que es bastante mala.
Bueno, estoy contento, fue muy buena la elección de los globos para nuestros actos. Así, si un día llueve y se inunda en la zona donde estamos haciendo campaña, tenemos de qué agarrarnos si nos lleva la correntada...
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